Mequinenzanos a destacar
JOSÉ FERRER
José Ferrer Beltrán es el mequinenzano más ilustre de la segunda mitad del S.XVIII y comienzos delS.XIX y uno de los mejores intérpretes y compositores españoles de música culta de la época de la ilustración.
Nació en Mequinenza en 1745 y murió en Oviedo en 1815.
Sus datos biográficos son escasos en sus primeros años de vida, no es hasta la edad de 22 años, cuando su nombre aparece mencionado como organista de la colegiata leridana de Tremp, por poco tiempo, ya que el 5 de junio de ese año 1767 fue nombrado, clérigo tonsurado, organista titular de la catedral de Lleida, donde permaneció 10 años, hasta que gano la plaza de organista de la catedral de Pamplona en 1777. El clérigo mequinenzano debía ser no solo un virtuoso organista y concertista de clave, sino también un buen violinista.
El 17 de noviembre de 1786 el músico mequinenzano fue elegido organista de la catedral de Oviedo. En la capital del Principado vivirá su más larga y fecunda etapa no sólo como interprete sino como compositor de obras para clave, es entonces cuando traba una solida amistad con el insigne polígrafo, pedagogo y político asturiano Gaspar Melchor de Jovellanos (1744-1811), esta estrecha relación de mutua amistad nació de la estancia veraniega de ambos en la vecina ciudad de Gijón y de la admiración de los dos hacia la ilustración, el arte y la belleza.
OBRAS A DESTACAR
- Seis sonatas para forte-piano que pueden servir para clavicordio, obra Primera
- Tres sonatas para clave y forte-piano con acompañamiento de un violín, obra Segunda
- Misa a cuatro voces con violines y clarines
- Pastorela a dúo
- Bailetes para los alumnos del Real Instituto Asturiano, por encargo expreso de Jovellanos
- Premio a la sabiduría, drama musical compuesto en colaboración del maestro de capillaJuan Páez Centella, en honor al nombramiento de Jovellanos como ministro de Gracia y Justicia en 1797.
El musicólogo Dionisio Preciado publicó un interesantísimo estudio de las sonatas de Ferrer en la editorial madrileña "Real Musical" en 1979 y se adentró en el estudio del conocido como "Manuscrito encontrado en Valderrobles (Teruel)", conjunto de sonatas para clave atribuidas a Ferrer, 13 de las cuales editadas y difundidas por José Luis González Uriol a través del sello discográfico "Arsis" (Huesca 2006).
En recuerdo de uno de los más ilustres hijos, con toda justicia, Mequinenza impuso en su día el nombre de José Ferrer a su siempre activa Escuela Municipal de Música.